construcción
sostenible
Cada vez es mayor la necesidad y la demanda social por la aplicación de criterios de construcción más respetuosos con el medio ambiente y la creciente utilización de energías y recursos renovables. Asociaciones como Greenpeace defienden el consumo de madera, ya que es un recurso renovable, mucho más ecológico que otros materiales tóxicos o cuya producción es más cara y contaminante (aluminio, hierro, cemento, etc). La madera es un almacén natural de carbono y su consumo responsable favorece el desarrollo socioeconómico. La madera tiene un coeficiente de conductividad muy bajo (K = 0.12 – 0.18) en comparación con otros elementos de la construcción (Hormigón armado K = 1.30, Ladrillo macizo K = 0.75). Esto, reduce significativamente el consumo energético de la vivienda en calefacción y aire acondicionado. La madera es un materia prima renovable, reciclable y biodegradable con múltiples beneficios para los trabajadores que lo manipulan y para las personas que habitaran la casa, puesto que:
- No contiene productos tóxicos.
- Es regulador natural del ambiente exterior e interior.
- Respira y ayuda así a la ventilación de la casa.
- Regula la humedad con mayor eficiencia que cualquier otro material y por tanto es un lugar más beneficioso para enfermos reumáticos.
- Filtra y purifica el aire y no permite la incrustación de polvo beneficiando a personas alérgicas.
- Absorbe el sonido (habitabilidad serena y relajada).
- No transforma los sutiles campos eléctricos y magnéticos naturales.
- No acumula electricidad estática (beneficiando un descanso satisfactorio).